Ya en el siglo XX, Portobelo era un pueblo colonial negro, ubicado en el centro de la provincia negra de Colón. Según el censo realizado en 2010, el pueblo contaba con 4559 habitantes.[i] Muchos llevaban viviendo allí durante generaciones. El censo de 2010 fue histórico tanto para el pueblo como para el país, porque les dio a las personas afrodescendientes la oportunidad de identificarse a sí mismas como “negras” y también escoger el término específico que mejor describiera su “negritud”, según su identidad. La cofundadora y directora ejecutiva de la Silver People Heritage Foundation, Lydia M. Reid (2010), lo resume así:
En la parte superior de la página de la Sección IV (Página 4) del Cuestionario de Censo de 2010 se encuentran las preguntas 5 y 6: “¿Vive aquí alguna persona indígena?” y “¿Alguna persona en este hogar se considera negro(a) o afrodescendiente?”. A continuación, en el cuestionario aparecen las preguntas sobre la pertenencia de la persona a grupos tribales o étnicos. En la Sección V: “Características personales (Para todas las personas)”, la pregunta 8 invita al encuestado responder a qué grupo tribal pertenece y, por último, la pregunta 9, a que indique si “Se considera usted” (una de las siguientes opciones):
1. Negro(a) colonial
2. Negro(a) antillano(a)
3. Negro(a)
4. Otro (Especifique)
5. Ninguna
La información de este censo constituye un hito histórico ya que es la primera vez que al pueblo negro e indígena se les pide sus opiniones y cómo se ven a sí mismos, especialmente en el caso de las personas negras.[ii]
Dada la información reunida en este censo reciente, se puede concluir que de los 4.559 residentes que se presentaron en Portobelo durante el día en que se realizó el censo, 993 de ellos, es decir, el 21.8%, reportaron ser de descendencia africana: 323 se consideraban negros/coloniales, 108 negros/as antillanos/as, 521 negros/as, 38 Otros y 3 no contestaron. Además de las poblaciones que se autoproclaman afrodescendientes, existen otros grupos poblacionales: una comunidad indígena, una comunidad mestiza del interior que se mudó en los años 1970 como respuesta a una iniciativa gubernamental[iii] y los de descendencia asiática,[iv] algunos de los cuales son dueños de las tres tiendas del pueblo.
Como en la mayoría de las áreas rurales panameñas, el sistema de transporte de Portobelo se reduce a una flota pequeña de buses escolares reciclados importados de los EEUU, de propiedad privada, llamados comúnmente “Diablos Rojos”. Se pintan de colores caribeños primarios y se adornan con pinturas de aerógrafo al estilo grafiti que incluyen iconos tanto locales como internacionales.[v] En 2003, uno de mis buses favoritos, “Lola,” se distinguía por su pintura de El Naza/El Cristo Negro en el cofre, una de Dwayne “The Rock” Johnson en un panel lateral y Britney Spears en la puerta trasera. Esas pinturas ya han sido sustituidas por otras. Portobelo es un pueblo donde se recicla constantemente. Como argumenta Renato Rosaldo (1993), “Todos vivimos a finales del siglo XX [principios del siglo XXI] en un mundo interdependiente marcado por aportaciones y préstamos que atraviesan unas fronteras nacionales y culturales que son cada vez más porosas”. Sin embargo, como lo subraya Rosaldo, este proceso no se lleva a cabo sin fricciones. Dichas fronteras “están saturadas de desigualdad, poder y dominación” (217). La Real Aduana de Portobelo, que antes almacenaba el oro sudamericano que se enviaba a España, alberga hoy un museo y la sede del Instituto Nacional de Cultura. Igualmente, el antiguo piso de subastas de esclavos se ha rodeado por un cementerio y se ha visto empequeñecido por la cancha de fútbol construida en las inmediaciones. Como en muchas comunidades rurales del Sur global, las nuevas tecnologías han arraigado en Portobelo antes de que las antiguas dispusieran de las infraestructuras necesarias para poder hacerlo. Por ejemplo, al introducir el acceso público a internet en la biblioteca (una antigua cárcel reformada en 2002 por los Peace Corps) y debido al auge de los smartphones, el correo electrónico llegó a Portobelo antes que el correo postal.[vi]
Extraído de “Introducción,” When the Devil Knocks: The Congo Tradition and the Politics of Blackness in 20th Century Panama, The Ohio State University Press. (Enero de 2015)
Introducción | Vista Histórica “Contada”
[i]. Se trata de un aumento del 6,92 por ciento desde el censo de 2000, que registró 3.867 habitantes en el pueblo pero que no aportó datos étnico-raciales adicionales.
[ii]. Para ver de qué modo el modelo del censo de Panamá de 2010 se relaciona con los planteamientos sobre la raza en otras partes de América Latina, consulta Katie Zien (2009).
[iii]. Esta iniciativa, llamada a menudo “Colonización del Atlántico”, se explica en el Capítulo 1.
[iv]. Ve Lok Siu (2005) en cuanto al modo en que las pequeñas comunidades chinas, que regentan tiendas y mercados familiares, forman parte del paisaje étnico-racial actual de Portobelo y de otras comunidades costeñas congos parecidas.
[v]. Para un análisis del arte popular de los autobuses “Diablo Rojo” de Panamá, ve Peter Szok (2012).
[vi]. Las casas de Portobelo no tienen dirección. El correo se recoge en la oficina de correos en Sabanitas, un pueblo vecino que queda a cuarenta y cinco minutos en autobús o en Ciudad Colón, que está a aproximadamente una hora y media en autobús.